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Jueves 24 de noviembre de 2005 | NotiExpress

Música para oídos exquisitos

Por Marisol Gentile

Concierto del Estudio Coral de Buenos Aires y Mario Videla, órgano. Estudio Coral de Buenos Aires. El prestigioso organismo conducido por Carlos López Puccio pasó por Rosario y NE estuvo allí para contarlo. Amateurs abstenerse.


El pasado jueves Rosario vivió una noche de gala, en donde la excelencia llegó a la ciudad de la mano de Estudio Coral de Buenos Aires, dirigido por el Maestro Carlos López Puccio. Un auditorio colmado los recibió calurosamente y no fue para menos: después de más de dos años de haber pisado por última vez el escenario del Mozarteum Argentino Filial Rosario como cierre de la Temporada 2003, y habiendo realizado un programa que resultó un deleite exquisito para los oyentes, el Mozarteum decidió invitarlos nuevamente, para que con su actuación sellen la programación del 2005. Para tal fin, su director eligió un programa en dos partes -cada una de carácter diferente-, al que denominó Canciones románticas, satíricas y humorísticas del Sigo XX.

En diálogo exclusivo con NE, el Maestro López Puccio reflexionó sobre la elección del programa: "Este es el segundo semiprograma que hacemos así (en nuestra venida anterior a Rosario hicimos algo similar) y la idea central es sacar a la luz y revalorizar a estos Románticos del Siglo XX, tal cual los llamamos, músicos tonales y exquisitos, que quedaron postergados en el Siglo XX por el desprecio de sus colegas de la vanguardia. Más allá de las discusiones estético-ideológicas, los compositores corales tonales del siglo XX no tienen actualmente -en el panorama regular de conciertos- el lugar que sí tienen (inmerecidamente en mi opinión) Richard Strauss o Sergei Rachmaninof, por dar algún ejemplo de "tonales exitosos" en el género sinfónico".

Está bien claro entonces que la elección de la primera parte de este repertorio, si bien arbitraria, tuvo por objetivo aquél de reunir algunas obras bellas de autores de esa filiación estética, y darlas a conocer al público de Rosario. "mi opinión es que la vanguardia del siglo XX se enfervorizó y se encarnizó con los compositores tonales", explica, y concluye: "Creo que los grupos vanguardistas (como ocurre sistemáticamente en todas las épocas) tienden a demonizar a los artistas aferrados al pasado, y que muchas veces esta postura -tal vez necesaria para cobrar impulso creador- se ciega ante artistas que recuperan válidamente objetos del pasado.

Para mí un ejemplo palpable es la ceguera de Schönberg ante la obra de Stravinski. De hecho, pienso que la figura de Schönberg tuvo gran responsabilidad en esto, ya que él los anatematizó como representantes de los peores vicios del pasatismo".

La segunda parte del programa fue una colección de pequeñas obras con contenido satírico o humorístico. Nuevamente, aquí la elección no obedece a ninguna regla, simplemente la de ofrecer una propuesta más distendida, menos tensa. Un público amante de la música de vanguardia pudo disfrutar del estreno de "Vote for Names" de Charles Ives, compositor norteamericano fallecido en la década del 50. "Es una obra tan original como todo Ives -resume López Puccio-. En particular es una sátira muy breve a la falta de opciones para las elecciones de 1012 en Estados Unidos. Ives la concibió para coro, piano y una solista soprano: el piano hace un ostinato sobre el cual va montado el coro ad libitum, y la soprano solista canta una línea atonal, dramatizando con humor el desconcierto del votante: para esto se valió de un efecto vocal específico, que es el uso de portamentos con vibrato" subraya.

Esta magnífica agrupación coral -fundada en 1981 y señalada repetidas veces por la crítica nacional e internacional como uno de los mejores coros de cámara del país- está integrada por cantantes profesionales, directores y docentes de música. Extraño resulta que un organismo tal no reciba apoyo oficial, ya que los integrantes no perciben sueldo alguno por dicho trabajo, a pesar de tener un ritmo agitado de tres ensayos regulares por semana, que hasta el día de hoy respetan. A tal fin, López Puccio reflexiona diciendo que, a su criterio, los integrantes del Estudio Coral participan básicamente por las ganas de compartir este trabajo y de abordar los repertorios exigentes que suelen acometer.

"Algunos otros lo hacen, creo, por el hecho de participar de un organismo profesional y poder vivir desde adentro la factura y la interpretación de las obras de nuestro repertorio" comenta, y prosigue "El coro cobra por actuación, pero ni el mercado es lo suficientemente grande como para que esto sea una forma de vida, ni queremos enajenarnos en la pura búsqueda del trabajo rentado, porque significaría renunciar a algunos postulados de calidad que rigen nuestro trabajo".

Sobre la elección del repertorio que abordan cada temporada, López Puccio afirma que el noventa por ciento de las obras que eligen están orientadas a la búsqueda del placer. Y agrega: "Claro que somos un grupo raro, nos dan placer cosas bastante inusuales. Nos encanta hacer algunas obras muy difíciles, ero también nos encanta conmovernos con una obra muy sencilla y muy bella".

Es que este organismo compuesto por una planta estable de 29 integrantes -número mágico del que López Puccio no ofrece explicación, tal como enuncia en su frase "No me preguntes el por qué de ese número. Es un secreto"- ha sido reconocido con numerosos premios (entre los que se destacan el Konex de Platino en 1999), ha realizado giras por Europa, ha editado 7 discos compactos, ha realizado estrenos de obras de autores como Ligeti, Poulenc, Messiaen, Penderecki, Dusapin, Schönberg, Pärt, Tavener, Górecki, Rautavaara, Dallapiccola, Ives, Xenakis y Berio futuros planes incluyen obras de Nono) y también llevó a cabo el estreno de compositores argentinos de la talla de Torres, Moruja o Russo. Al respecto, su director afirma: "Creo que la idea original, inicial, fue aquella de formar un grupo vocal de calidad profesional y de esta manera habilitarnos a abordar un repertorio algo complicado para la norma general delos coros amateurs. Esta decisión de hecho genera internamente una tendencia hacia ese lugar no demasiado ocupado... aunque en nuestros veintitantos años de existencia han ido apareciendo en Argentina excelentes grupos en la misma línea."

Verdaderamente es un deleite para los oídos oír esas maravillosas voces, dueñas de una calidad vocal fuera de serie y justeza en la interpretación. como también lo disfrutar del impacto dela batuta de López Puccio, de su fuerza interpretativa, des su precisión rítmica, de su delicado y sensible gusto musical. Alta y refinada calidad musical, cien por ciento argentina, a cargo de estos músicos de máximo nivel.